domingo, 7 de febrero de 2010

¿Lo que comemos afecta nuestro humor?

En los tiempos en que vivimos, donde el estrés es moneda corriente y la sensación de ansiedad y angustia nos consume es común recurrir a determinados alimentos para encontrar consuelo, ya sea de manera conciente o inconsciente, cuando nos encontramos frente a una situación difícil o cuando necesitamos sentirnos ocupadas.

El comer emocional, es decir, el comer como una manera de suprimir o suavizar las emociones negativas como la ansiedad, el aburrimiento, la soledad, la tristeza, el estrés y la depresión puede jugar una mala pasada a nuestro cuerpo, saboteando cualquier intento de mantener o bajar de peso.

Por lo general, el comer por emoción lleva a comer en exceso usualmente alimentos ricos en calorías, repletos de azúcares, grasas y sal.

¿Por qué ocurre? La relación entre la comida y el humor

Ciertos alimentos pueden contener cualidades adictivas. Cuando se consume algún alimento agradable al paladar como el chocolate el organismo libera sustancias opiaceas relacionadas con la satisfacción y el buen humor. Y eso provoca ganas de consumirlo en mayor cantidad, para contrarrestar las emociones negativas y mantener esa sensación de bienestar.

Por otro lado, los alimentos pueden llegar a ser como una especie de distracción. Si se tiene la cabeza alguna situación difícil o con algún conflicto previo, el consumo de los alimentos de “consuelo” pueden distraerte. Pero tené en cuenta que dicha distracción va a ser solamente temporaria. Mientras dure el comer, tu mente se enfoca en el agradable sabor y sensación a la boca de dicho alimento. Pero, desafortunadamente, cuando dejás de comer, tu atención vuelve a tus preocupaciones previas y por lo general, se le suma la sensación de culpa por haber comido en exceso.

¿Cómo controlar el comer emocional?
A pesar de que las emociones pueden ser el disparador de los antojos o atracones, podés tomar ciertos recaudos para evitarlo:

• Escucha a tu cuerpo: intentá identificar la sensación de hambre. ¿Tenés hambre o es ansiedad? Si comiste hace una o dos horas es poco probable que sea hambre. La sensación de comer impulsivamente pasa en cuestión de minutos, tomá agua.

• Tené presente cuales son tus disparadores. Para poder conocerlos, lo ideal es que lleves un registro diario de comidas durante 2 semanas: que comes, cada cuanto lo hacés, en compañía de quien, en donde y cuales son tus estados emocionales. Esto te brindará las herramientas para poder reconocer cuales son aquellas sensaciones/emociones que actúan de disparadores para comer en exceso.

• Buscá consuelo y distraerte con otras cosas en lugar de la comida. Salí a caminar, lee un libro, mirá una película, encontrate con algún amigo.

• Tratá de no tener cerca aquellos alimentos que son “de consuelo” para vos. En lugar de ellos, tené en la heladera frutas, gelatinas, yogures o frutas desecadas o secas.

• Que tu alimentación sea variada y equilibrada, para obtener todos los nutrientes que el organismo necesita. La falta de ciertas vitaminas y minerales y una escasez en las calorías puede provocar alteraciones en el estado de humor. Realizá 4 comidas principales y colaciones si son necesarias.

• Hacé hincapié en las verduras y frutas, legumbres, cereales integrales, carnes y lácteos magros, frutas secas y semillas.

• Dormí por lo menos 8 horas. El cansancio puede provocar cambios de humor, llevando a comer en exceso.

• Realizá ejercicios regularmente. Lo ideal es hacer 30 minutos de actividad física diariamente, como caminar, andar en bicicleta, natación, patinar. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, sustancias que ayudan a relajarse.

Si has comido por emoción, no te sientas culpable. Empezá de nuevo donde dejaste! Pensá en positivo y tratá de lograr cambios pequeños pero firmes en tus hábitos alimentarios!

Fuente: infobae.com

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