martes, 8 de diciembre de 2009

Pan dulce, símbolo y tradición


Es inevitable aceptar que las fiestas, la navidad y el año nuevo, ya están a la vuelta de la esquina. Aquí llegan un año más para renovar los sueños incumplidos, las listas sin terminar del año pasado y las esperanzas que nunca se pierden pese a los inesperados sobresaltos que arremeten el andar diario.

Por ello es la hora, como siempre y como nunca, de volver a rescatar e imponer nuestras antepasadas y nobles tradiciones.

El pan dulce es, para muchos latinos, uno de los símbolos representativos de la Navidad. Sin embargo, su origen no se dio en Latinoamérica.

Si bien la historia del pan es tan vieja casi como la humanidad, su producción industrial se ubica hacia los tiempos clásicos.

Los griegos fueron los tradicionales panaderos y eran ellos los propietarios de la mayor parte de las más de 300 fábricas de ese producto registradas en Roma durante el censo encargado por Cayo Octaviano Augusto, sucesor de Julio César, casi en el comienzo de nuestra era.

Sin embargo, el panettone nació en Milán, Italia, bajo los bríos entusiastas del gran duque Ludovico Sforza, 'El moro', en la segunda mitad del Siglo XV.

De acuerdo con lo que cuenta la historia, el duque comió ese pan junto con Leonardo da Vinci, en una boda en la que el padre de la novia, Toni, era dueño de una panadería.

De ahí en más, el 'pan de Toni' (la contracción luego lo llamaría panettone) se expandió por toda la península itálica y el resto de Europa.

Los movimientos de emigración italiana llevaron esta deliciosa costumbre al resto del mundo, sobre todo a los Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y Uruguay, principales destinos de la misma.

De allí, cada país le dio su propio giro y toque cultural con el agregado extra de frutas secas, almendras, nueces y hasta chocolate. Empero, el pan dulce italiano tradicional hace honor a sus orígenes, masa muy liviana y esponjosa con el agregado único de pasas.

Para lograr un pan dulce profesional, tenga en cuenta lo siguiente:

La levadura debe ser bien fresca, de color liso y aroma agradable; la mantequilla, luego de derretirla, debe dejarse enfriar; la harina se añade en forme de lluvia; el levado debe hacerse en lugar templado; el horno debe estar precalentado, pero no demasiado caliente; debe consumirse dentro de 2 ó 3 días después de cocinado y conservarlo envuelto en papel aluminio.

Celebre sus fiestas con el placer de hornear su propio pan dulce y déjese elogiar por sus familiares.

Pan Dulce Navideño

La masa conviene que la prepare la noche anterior para hornear el pan a la mañana siguiente, o, en la mañana temprano para hornearlo a la nochecita. De aquí, pueden salir dos panes grandes o uno grande y dos chicos.

Ingredientes:

50 grs. de levadura de cerveza

100 cc. de agua tibia o leche

150 grs. de manteca derretida, fría

300 grs. de azúcar, ralladura de un limón

1 cda. al ras de extracto de vainilla

2 cdas. de brandy o coñac

4 huevos enteros a temperatura ambiente

100 cc. de jugo de naranja filtrado o agua de azahar

750 grs. de harina común, tamizada

150 grs. de pasas sin semillas (Opcional, cascaritas almibaradas de naranja cortadas, nueces, frutas escarchadas, almendras, trocitos de chocolate amargo macerados en licor, whisky o brandy).

Procedimiento:

Precaliente el horno a 325º-350ºF.

Disuelva la levadura en el agua tibia o leche, con una cucharada de azúcar y 2 de harina.

Mezcle bien, tape con un paño y deje fermentar en un lugar tibio.

En otro recipiente, bata los huevos con el azúcar.

Luego agregue la manteca ablandada con el azúcar, la ralladura de limón, el extracto de vainilla, el brandy (o lo que haya elegido).

Luego, agregue la levadura fermentada y el jugo de naranja algo tibio.

Ahora incorpore una cantidad de harina necesaria para obtener una masa suave que se desprenda de las paredes del recipiente.

Pase la masa a una mesa enharinada y trabájela con manos y puños hasta dejarla bien lisa y suave.

Póngala otra vez en un bol grande tapada con un paño limpio de cocina y ubíquela en un lugar sin corriente de aire y tibio.

Déjela descansar de unas 6 a 8 horas.

Vuelva a volcar la masa sobre la mesa e incorpore, siempre amasando, las pasas remojadas y las cascaritas de naranja almibaradas y/o frutas secas que haya elegido.

Llene por la mitad los moldes para pan dulce, deje fermentar al doble, dele color con huevo batido y hornee por unos 35-40 minutos.

Inserte un palillo o cuchillo, si sale seco retírelo del horno. Este debe lucir apenas doradito y con algunas puntitas chamuscadas.

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